Estos son mis principales consejos que nos deja en esta web sobre lo que no debe hacer en un avión la próxima vez que se encuentre a miles de kilómetros de altura.
Si evitas algunas o todas estas acciones, te asegurarás de disfrutar de las vistas y de aterrizar en tierra con una sonrisa en la cara, llegando con tu mejor juego.
1. Beber el agua
Siento ser yo quien le diga esto, pero el agua del grifo de los aviones es notoriamente propensa a las bacterias. Numerosas pruebas demuestran que un alto porcentaje de aviones todavía tiene bacterias en el agua que se sirve a bordo.
Hoy en día, la mayoría de los aviones no sirven agua potable del grifo, pero sus cubitos de hielo, sin embargo, suelen estar hechos con la misma agua. En el mejor de los casos, evítelos.
Del mismo modo, evita el café o el té.
No querrás beber nada que pueda estar hecho con el agua del grifo del avión. Otra razón para evitar el café y el té a bordo es que las bebidas con cafeína tienen el potencial de dejarte ligeramente deshidratado y los estimulantes estropean tu sueño.
Algo que realmente no necesitas cuando conciliar el sueño en un avión ya es toda una misión.
Mi consejo para el vuelo es que opte por el agua embotellada en su lugar – almacenan un montón de estas botellas a bordo. Elige bebidas enlatadas o embotelladas para ir sobre seguro.
2. Dormir durante el despegue o el aterrizaje
Durante el ascenso y el descenso del avión, la presión del aire a tu alrededor cambia más rápido que el aire dentro de tus oídos. Dicen que lo único que hay que hacer para igualar la presión es bostezar o masticar algo.
Quedarse dormido accidentalmente durante el cambio de presión puede dificultar la ecualización de la presión, lo que supone más molestias para tus oídos si eres propenso a ese tipo de cosas.
No te duermas hasta que se te destapen los oídos.
3. Apagar la ventilación sobre tu asiento
Me encanta la sensación de una ligera brisa en la cara durante todo el vuelo y siempre abro las rejillas de ventilación sobre mi asiento.
No sólo la brisa refrescante es algo bueno, sino que también he oído que los médicos recomiendan que el aire regulable sobre su asiento se ponga a nivel medio o alto en el vuelo para que cualquier germen transportado por el aire pueda ser expulsado antes de que entre en su zona personal.
4. Permanezca en su asiento todo el tiempo
La baja presión del aire en la cabina puede ralentizar tu circulación y viajar en avión aumenta el riesgo de desarrollar una trombosis venosa profunda (TVP), a menudo conocida como «síndrome de la clase turista», un tipo de coágulo de sangre en las venas que suele formarse en las piernas.
¿Alguien va en clase preferente?
Esto puede prevenirse con simples movimientos en tu asiento o caminando por el avión.
Estiramientos sencillos como levantar los dedos de los pies mientras los talones permanecen en el suelo o levantar los talones con los dedos de los pies en el suelo o flexionar y relajar los músculos de las pantorrillas y los pies, pueden ayudar a que la sangre fluya.
Es importante mover las piernas, levantarse, estirarse y desplazarse todo lo posible.
Ah, una cosa más: un consejo importante para volar es evitar llevar ropa ajustada que pueda cortar la circulación durante el vuelo. De todos modos, la ropa holgada es mucho más cómoda.
5. Comer el tipo de alimentos equivocado
Sé que a muchos de ustedes no les va a gustar escuchar mi siguiente consejo importante para volar, pero comer demasiado, en particular el tipo de alimentos equivocado, antes o durante el vuelo puede hacer que se sienta incómodo, lento e hinchado.
Una de las razones principales es la falta de movimiento físico a bordo, por lo que el sistema digestivo no procesa los alimentos a través de los intestinos tan rápidamente como debería o como lo haría normalmente.
¿Cuáles son los peores alimentos en este sentido?
Los carbohidratos pesados, como el pan y la pasta; los alimentos salados, como las patatas fritas y los aperitivos salados; los alimentos fritos; y las salsas cremosas.
Evitar o reducir la ingesta de este tipo de alimentos, especialmente en los vuelos de larga distancia, no sólo ayudará a reducir la retención de líquidos en el cuerpo, sino que también ayudará a reducir la cantidad total de alimentos estancados en el tracto digestivo.
El objetivo es comer alimentos que le ayuden a sentirse satisfecho y a la vez sean fáciles de digerir.